
El cambio de hábitos a la hora de la limpieza puede ser de ayuda por lo que se recomienda intentar lo siguiente:
- Aplicar, cada cambio de estación, un peeling casero o crema de ácido salicílico (que desprende la capa superior de la piel), si se hubiesen formado escamas. Reactivando así también la circulación.
- Evitar jabones, detergentes y perfumes fuertes, que tienden a secar la piel.
- Utilizar agua tibia (no caliente).
- Disminuir el tiempo de las duchas.
- La piel se debe secar completamente pero en forma suave, no frotando.
Después de la limpieza, los poros han quedado abiertos, es por eso que tu piel estará lista para recibir la humedad y nutrición que necesita.
Primero, vaporiza con una loción humectante sin alcohol, espera a que seque y esparce una pequeña cantidad de serum hidratante, haciéndolo penetrar con pequeños golpecitos, como si teclearas.
Recomendaciones
- No te laves la cara con jabón.
- No uses productos que contengan alcohol
- Usa mascarillas hidratantes
- Bebe más líquidos, sea agua o jugos naturales
- Usa suplementos nutricionales
- En el día se recomienda las cremas hidratantes con protector solar, con Vitamina E y vitamina A, colágeno o elastina.
- En la noche, luego de desmaquillar y tonificar, aplica una crema nutritiva o regeneradora, rica en Vitamina C, ten especial cuidado en la zona que rodea los ojos.
- Para que la piel recupere el aspecto luminoso y la humedad propia lo único que hace falta es una pequeña pero constante rutina de cuidados.
- Evitar el consumo de tabaco, el fumar dificulta la oxigenación de los tejidos lo que causa que la piel se reseque y se arrugue muy rápido.
Piel seca
La piel seca es una condición de la piel muy común; tras los cambios ambientales, la mala alimentación, el paso del tiempo y la diversidad de enfermedades se produce la falta de retención de su humedad. Por esto, su cuidado e hidratación se vuelve una importancia cotidiana.
La piel seca es causa de un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas que no producen suficientes fluidos para lubricar la piel y proteger contra las pérdidas de agua.
Suele caracterizarse por irritación y comezón que empeora durante las condiciones ambientales excesivamente secas (calefacción y aire acondicionado). O ser el resultado de otros desórdenes de la salud, como el hipotiroidismo.
Es una piel fina, con poros tan pequeños que es posible que no se vea a simple vista, es opaca y sin elasticidad. Es extremadamente delicada. Tanto, que es susceptible a cualquier cambio. Este tipo de piel no solo afectan nuestro estado de ánimo, sino también el clima al que esta expuesta. Si es demasiado seco o frio y con el viento se ve muy afectada.
Por eso es importante conocer las circunstancias que empeoran nuestra piel y prestemos especial cuidado tras el daño, ofreciéndoles una mascarilla reparadora, un tónico humectante o una crema hidratante.

